Halos de suspiros se elevan,
como harija sobre el grano,
presentes, no calman,
ausentes, se escapan.
Un antojo del destino
como nudo marinero,
como leve piedra en la chinela
o pétalo en el corazón.
Un círculo de luz difusa,
como corona dentada,
azulada y picaresca,
recordando la ocasión.
Llanto mudo sobre abrazo congelado,
como una oquedad glacial,
y las manos frías, suspendidas,
vacías de carne, ni piel ni huesos.
Se intuyen las siluetas,
como fantasmas burlones,
ignorantes del momento,
tejiendo pausas y ritmos.
Ya no hay prisa ni mandato,
sólo inercia en el latido.
Incontrolado.
Anuncios
Me encanta Juani, qué bonito! Qué solo se siente uno cuando le envuelve un abrazo vacío, verdad…? Un beso!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Me alegro de que te haya gustado. ¡Un abrazo!…y muchas gracias!
Me gustaLe gusta a 1 persona